Plásticos arropan aguas del océano Atlántico
Puerto Plata. Las brigadas formadas por autoridades municipales y grupos ambientalistas para recoger las toneladas de plásticos que terminan en el océano Atlántico, resultan insuficientes para el cúmulo de desperdicios arrastrados por los desbordamientos de ríos y cañadas.
En el barrio Nuevo Renacer antiguo Aguas Negras, los niños y niñas se colocan en la desembocadura del río San Marcos, a la espera de recolectar desde botellas plásticas hasta juguetes viejos que traen la correntía de las aguas. San Marcos, cuyas aguas desembocan en el océano, es el principal receptor de todos los desperdicios lanzados por las familias de comunidades ubicadas en la ribera de esta fuente acuífera.
En la zona del malecón del municipio cabecera de San Felipe, brigadas han recogido toneladas de basura y material plástico en operativos que realizan desde el pasado miércoles. Frente a uno de los principales supermercados de la ciudad, dos cañadas repletas de plásticos penetran a las aguas del Atlántico.
En el mes de septiembre del pasado año, la Alcaldía inició un proyecto de colocación de biobardas ecológicas en el litoral costero de esta ciudad. La iniciativa tiene como objetivo evitar la contaminación de sus playas afectadas con plásticos y otros desechos sólidos que son arrastrados por afluentes que desembocan en las aguas del océano Atlántico en todo el trayecto del malecón puertoplateño.
“Toda la basura y el plástico que llega hasta el río San Marcos y al océano llega del barrio conocido como Haití, debido a que las personas lanzan sus desperdicios al río Violón”, expresa Manuel Domínguez, residente en la zona. Domínguez refiere que grupos de jóvenes preocupados por los altos niveles de contaminación se dedican a la recolección de plásticos.
Representantes de entidades como la Fundación Océano Limpio (FOL) y el movimiento “Sin Mareo”, trabajan en programas de educación para concienciar sobre el daño que hace lanzar basura a las cañadas.
MIGUEL PONCE